Odisea de los Orígenes: Blog de Viaje #3

Odisea de los Orígenes: Blog de Viaje #3

Las Misteriosas Esferas de Piedra de Costa Rica
(Museo San José)

Tomé un pequeño desvío en Noviembre desde Gran Bretaña a Costa Rica por unas cuantas semanas, para terminar el trabajo dental que se inició a principios de 2010. Volviendo a Abril, justo antes de la conferencia anual de la USR en Mesa, Arizona, comenzó una infección en mi diente frontal superior, sospechoso por bastante tiempo y debilitado por años de problemas periodontales. Para explicarlo, vamos a ir un poco más atrás, aunque no me gusta hablar de mí, podría haber algunas perspectivas útiles, ¡así que discúlpenme!

¡En esta vida, he tenido mi parte de problemas dentales! Saturno rige los dientes y la estructura ósea del cuerpo y también es el Señor del Karma. Saturno está en mi IC, en cuadratura a mi Ascendente. DK nos dice que el karma funciona de forma genérica, principalmente a través del cuerpo físico. Bueno, debo haber sido un poco travieso, ¡teniendo tantos episodios de tortura dental que contar en esta vida!

Primero fue la ortodoncia a los 14 años (un ciclo de Saturno), para corregir una boca llena de dientes descarriados. Pero el dentista sacó demasiados, lo que resultó en la edad adulta como un “arco colapsado”. Luego otra vez a los 35 para poner remedio a lo dicho con anterioridad, más ortodoncia que duró 4.5 años - una boca llena de bandas de goma y de metal pegadas a mis dientes, arriba y abajo. (Dijeron que sólo sería por dos años.) ¡Ah, tal vez el karma de la correcta palabra!

John Williams, dentista extraordinario,
el paciente aprendiendo paciencia
¡Abre grande, aquí viene tu karma!

Luego hubo un episodio a mediados de los 20s, el joven dentista recién salido de la universidad que no pudo extraer correctamente mis cuatro muelas del juicio, rompiéndolas todas al extraerlas a causa de las largas y curveadas raíces - en un maratón dental sentado durante tres horas. Por lo tanto, tuve que ir al hospital para ver a un cirujano que extirpara las raíces con anestesia general.

Debido a los frenillos en la vida adulta, la enfermedad periodontal se afianzó en las encías a causa de no poder acceder a los dientes para limpiarlos adecuadamente. Eso se prolongó durante diez años con frecuentes visitas al periodoncista, un muy sangrienta y, probablemente, el más doloroso de los procedimientos dentales, el taladro de alta velocidad chillando exactamente abajo en la base de las raíces de los dientes para eliminar el cálculo; uno se adormece al máximo con una veintena de inyecciones. Luego fue la sustitución completa de todos los antiguos rellenos hechos en Brasil un par de años atrás – ¡eso fue muy divertido! Pero hubo un consuelo, ¡encontré un gran dentista!

En 2010, como resultado de casi perder toda la encía en uno de mis dientes frontales, este tuvo una infección que no desapareció y que requirió de una extracción. Fue el primer día de la conferencia anual de USR y mi dentista en Mesa, Arizona se iba de vacaciones. Así llegó el empujón y se decidió a extraer el diente justo después de mi presentación plenaria por la mañana del primer día de la conferencia, y antes de mi presentación del taller por la tarde. Yo pensé no hay problema. ¡Incorrecto!

El dentista en Mesa clavó una enorme aguja rotundamente en mi paladar ¡como si yo fuera un caballo o algo así! Mientras él iba a asistir a algún otro animal, yo estaba hiper-ventilando durante diez minutos para superar el shock y el dolor. (Existe una técnica específica que causa poco dolor poniendo una inyección en el paladar superior, obviamente él era de alguna escuela anticuada de la odontología veterinaria.) Luego regresó y sacó los dientes en un par de segundos. Yo salgo de allí.

Caminé de regreso al motel donde se celebraba la conferencia, el dolor era increíble, tan intenso que literalmente me retorcía en mi cama, temblando en estado de shock durante 45 minutos - antes de que los analgésicos hicieran efecto. Después de eso anduve sin problemas por el resto del día, di mi presentación vespertina. La gente decía, no sé cómo te las arreglaste para hacer eso, ¡y yo estaba de acuerdo! ¡Oiga hombre, sin sentir dolor! ¿Quién necesita la meditación cuando ya se tiene medicamentos, ¿no?

Así que en 2010 se inició un procedimiento de implante, que necesitan seis meses para "echar raíces” en mi mandíbula. Eso fue un éxito, por lo que la última visita en noviembre fue para atornillar el nuevo diente, además de “construir puentes” entre otros dientes. Bueno, yo pensaba que era un procedimiento que de alguna manera los unía por completo por detrás de ellos como una correa de algún tipo. Como una cosa temporal que una vez había tenido. ¡Noooo!

Me senté en la silla del dentista con mi amigo (y agente kármico) John el dentista, quien dijo: "bien, ¡pongámonos a trabajar!" Él comenzó perforando en varios dientes, quejándose de que eran muy duros y de cuántos pedazos de brocas tuvo que reemplazar, y yo estoy pensando, ¿¡no es esto demasiada preparación para un puente!?

Después de más o menos una hora, solicito un descanso para ir al baño e imaginen mi sorpresa cuando me miro en el espejo y veo ¡todos mis dientes delanteros limados en colmillos puntiagudos! Parafraseando el Hombre Elefante, ¡Yo no soy un monstruo, soy un, un ... algo! Lo que John olvidó decirme sobre el procedimiento (o lo que yo había olvidado escuchar o registrar), fue la parte acerca de la limada de los dientes - de modo que se pudiera ajustar un puente sobre la parte superior. ¿Vuelven ellos a crecer? Ah, no.

Así que de vuelta en el sillón dental, yo estaba tratando de lidiar con la pérdida y el resentimiento. Yo podría haber tenido dudas, ¡tal vez por eso fue que esa parte quedó fuera de la descripción del tratamiento! Pero entonces, por supuesto lo acepté y lo dejé ir - en otro maratón de varias horas en la silla. ¡Esperamos que esto me dure hasta el día en que deje este cuerpo mortal! Ya está terminado y hecho ahora espero que para bien - antes de mi segundo retorno de Saturno que va a ser pronto.

Tres Gran Daneses y un Puerco espín Mexicano

Mientras que estábamos en el tema de Escorpio y el dolor, cuando estaba recibiendo tratamiento dental, me estaba quedando como huésped en una residencia privada en San José, Costa Rica. Nos despertamos una mañana para descubrir que tres hermosos Gran Daneses habían atacado a un puerco espín ¡y tenían las caras llena de púas!

Fue un simbolismo muy interesante, porque durante la noche anterior había estado inquieto rechazando pensamiento-formas negativos que yo creía estaban siendo dirigidas hacia mí. (Fue durante el mes de Escorpio.) No obstante la Paranoia, fue casi como si esa energía había impregnado el aura inmediata de donde me estaba quedando, pero el sabueso de tres cabezas del infierno de Plutón, Cerbero, me estaba cuidando - en forma de tres Gran Daneses. Bueno, el simbolismo estaba allí, ¡aunque egocéntrico como puede parecer! (aquí), filmado en el consultorio del veterinario (¡otro veterinario!); pero sean advertidos los amantes de los animales, que no es un espectáculo agradable, aunque tiene un final muy feliz.

Ahora, en el quirófano, como un reciente visitante del dentista, me convertí en algo así como un dentista, cuando el veterinario me dio un par de pinzas, y me dijo que me lavara bien, y ayudara a extraer las espinas de la lengua, la boca y las encías del Danés más afectado - ahora fuertemente sedado. Tuvimos que trabajar con mucha rapidez y destreza, ya que sólo había tiempo suficiente antes de que ella se despertara. Tuvimos que tirar muy fuerte para llegar a algunas de ellas porque estaban muy profundo. Teníamos sangre y saliva hasta los codos y mientras estamos trabajando, el veterinario me decía todo el tiempo como tenía que ser cuidadoso de no coger alguna enfermedad que los perros en esta región tienen, que puede ser mortal para los seres humanos. ¡Gracias Hernández!

Los perros se recuperaron rápidamente, al día siguiente estaban casi de regreso a la normalidad como si nada hubiera sucedido. Sin embargo, probablemente haya por ahí un puercoespín calvo, o muerto por sus lesiones. A juzgar por las púas en el hocico de la hembra Danésa, la mitad del cuerpo del puercoespín debe haber estado dentro de su hocico. Ella fue muy afortunada. Al parecer, ¡ni si quiera los leones andan cerca de los puercoespines, pero muchos perros en todo el mundo han cometido el error¡

Es a finales de noviembre y un frío de hielo desciende sobre Londres, que anuncia la nieve temprana que se había pronosticado para el Reino Unido en el invierno de 2010. La nieve había estado cayendo espesa en el norte de Gran Bretaña y por lo tanto mis planes de viajar atravesando Europa a Grecia fueron rápidamente adelantados. Yo no quería ser retrasado por una o dos semanas a causa del tiempo, así que puse mi brújula hacia Dover, para tomar el ferry a Francia.

El tiempo en Dover estaba encantadoramente soleado y el mar en calma, rodeado por los famosos y brillantes acantilados blancos. Me decidí a comprar un bote de gas propano para reemplazar al otro gas butano, ya que funciona mejor en condiciones de congelación prevista para Europa.

El viaje transcurrió sin problemas y llegué a Dunkerque, reflexionando sobre la heroica evacuación que tuvo lugar aquí en la Segunda Guerra Mundial. Winston Churchill llamó a los acontecimientos en Francia "un colosal desastre militar", y en su discurso "Lucharemos en las playas", elogió su rescate como un "milagro de liberación".

¡Así que habiendo ofrecido este momento profundo en la historia - en el espacio de un minuto, estoy más preocupado con mi evacuación de los atascos de tráfico poderoso de los coches y camiones en Dunkerque, ¡causados por la llegada de varios ferrys a la vez!

Por último despejado el atasco después de una hora, puesto el sat/nav, acelero a “Monty”, el viejo turbo diesel de la Peugeot, por la carretera a lo largo de mi ruta elegida - que me llevaría a través de Francia, Alemania, Suiza, Italia y Grecia. Estaba nevando ligeramente y algunos de ellos se asentaron en la tierra cuando el clima del Ártico se cerró sobre todo el norte de Europa. Ha sido una carrera contra el tiempo para conseguir cruzar a través de los Alpes suizos, de mírame y no me toques, a causa de los posibles cierres de carreteras.

Por lo tanto manejé lo máximo cada día durante tres días (3.000 kms. en total) -alrededor de 12 horas a la vez, con pausas - y me detuve donde pude a dormir en la casa rodante en la noche. El fuego de gas en la camioneta era una bendición, muy acogedor en horas frías de la noche. Cuanto más cerca estaba de Alemania y Suiza, la nieve se hacía más espesa. A pesar de tener navegación por satélite, me perdí unas cuantas vueltas por la plétora de autopistas, algunas de las cuales tienen varios nombres o números.

Al tercer día, la nieve se estaba asentando en el camino y salieron los quitanieves. Tenía unos cuantos pies de profundidad en los campos y los árboles de pino estaban bien cargados – hermosa foto para postal. Todavía tenía el pedal sobre el metal - implacable, como que los más elevados Alpes no habían sido todavía alcanzados. Logré pasar a través del paso fronterizo, pagué mi impuesto de circulación y me dirigí hacia abajo en las montañas hacia Italia.

Hice una parada técnica en el estacionamiento de un Mac Donald's para dar unos parpadeos a altas horas de la noche. Estaba nevando de forma moderada y me desperté a las 3 am, y tomé la decisión de seguir adelante, ya que estaba nevando mucho más fuerte. Estaba pensando en que los caminos se cerrarían pronto a este ritmo. Vi un mapa del tiempo en la televisión de la estación de servicio local y toda Europa parecía como un blanco corrector. Salí a la autopista, manejando sobre unas cuantas pulgadas de nieve, la visibilidad hasta unos 30 metros. Algunas salidas estaban cerradas debido a que el quitanieves no pudo mantener el ritmo. Seguí conduciendo forzadamente, empeñado en no quedar atascado en algún gran amontonamiento de nieve por una semana.

Entonces llegué a un punto en que algunos trabajadores se estaban preparando para cerrar el camino, me detuve a preguntarles si desde este punto pudiera componerse el tiempo. Dicen que debería hacerlo y ponen las barreras del camino detrás de mí, ¡así que pasé raspando a través de Europa! En el próximo par de horas el descenso fue muy fuerte y pasé rápidamente por los picos más elevados. Y, por último, gracias a Dios, ya no estaba conduciendo más en la nieve, aunque todavía estaba nevando.

Y luego una gran recompensa – el amanecer en el Valle de Lucerna, manejando por la más impresionante serie de cumbres nevadas teñidas del rubio sol del nuevo día. Era la primera vez (en esta vida) que yo había visto en carne y hueso la belleza y la grandeza de los Alpes, ¡como un bosque de un mini Monte Kailash! ¡Me prometí volver y pasar un buen rato allí algún día!

Me dirigía a Milán y por todo el camino todavía estaba nevando, entonces una vez pasado Milán la nieve se volvió lluvia torrencial, todo el camino bajando por la costa este hacia la bota, donde tomé el ferry nocturno a Patras, Grecia. Hubiera preferido haber ido más lentamente a través de Europa, pero quizá en otro momento.

El viejo ferry se estremeció y se sacudió por 16 horas, se sentía como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última revisión del eje de la hélice. Dormí en la camioneta abajo en la cubierta, ya que era como un zoológico en los asientos públicos para dormir escaleras arriba. La casa rodante se sacudió tanto por las vibraciones que me pregunté si debería bajarme para poder dormir, ¡era como estar acostado en uno de esos sillones de masaje vibrador!

Así que tuve un sueño frágil e irregular, me desperté a una mañana soleada, con un poco de frío todavía en el aire. El ferry estaba abriéndose camino a través de esas antiguas aguas del Mediterráneo, más allá de los misteriosos picos isla del mito y la leyenda. Me veo a mi mismo en otra vida como un viejo marinero Fenicio en colorido atuendo, al timón con las velas ondeando y sin hincharse y navegando por las estrellas, moviendo mi comercio de un puerto exótico a otro - en el centro del mundo entonces conocido. (¡Aarrgghhh mis valientes!)

Después de desembarcar en Patras, fue una carrera bastante buena directamente hacia Atenas, a través de las escarpadas montañas y bahías del Peloponeso, a lo largo de la nueva autopista. Era un día caluroso y yo llevaba puesta una camiseta. No tenía sat/nav para Grecia, por lo que llegar Atenas en las horas pico (que es prácticamente todo el día), 4.30 pm, en la tarde – era desafiante, por decir poco. Después de parar varias veces para preguntar el camino y mirar a mis mapas, volviéndome hacia atrás de una o dos calles demasiado estrechas para una ancha casa rodante, por fin encontré la dirección de mi anfitrión. En el siguiente Blog las maravillas de Grecia y Creta.

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